Partimos de Varsovia una fría mañana de Agosto (sí, en Polonia en Agosto hace fresquete de noche aunque de día haga bastante calor) muy temprano ya que nuestro tren partía a las 06:24 de la mañana. Este primer viaje nos llevaría desde la ciudad de Varsovia hasta el extremo norte del país, Gdansk en un viaje de 342km con una duración de 2h 38min como podéis ver en el siguiente mapa.
Seleccionamos un tren express (que nada tiene que envidiar a nuestros AVE) en que nos sirvieron agua y chocolatinas de forma gratuita durante el viaje.
Express Intercity Premium Varsovia - Gdansk
Una cosa que nos llamó la atención durante la planificación del viaje a Gdansk era la nula escasa cantidad de alojamiento disponible (luego descubriríamos que era debido a que nuestro viaje coincidía con la celebración de la “Feria de Santo Domingo”){:target=”_blank”}. En este caso nos decantamos por un precioso (y nuevísimo) hotel boutique, el Medusa Gdansk que para ser en Polonia nos costó una pasta (creo que sobre 100€ la noche) pero que estaba tan bien situado que compensaba ese “sobreprecio”.
Después de un rápido check-in en el hotel y de comentar con los empleados del hotel los sitios más interesantes para visitar de la ciudad, nos ponemos en marcha. Los puestos de comida y artesanía llegaban prácticamente hasta la puerta de nuestro hotel por lo que la primera parada no tardó mucho en llegar.
Puesto de comida en Gdansk durante la Feria de Santo Domingo
Por muy poco dinero (apenas 1 euro) probamos este pan untado en una especice de mantequilla y al que podías agregar cebolla, carne / bacon y pepinillos. Una delicia. La comida durante todo el viaje la disfrutamos mucho, Polonia tiene una gastronomía muy rica y variada (y además a precios muy ventajosos).
Continuamos, Gdansk es una ciudad que sorprende por su entorno y enamora por su arquitectura y monumentos.
Fachada decorada en Gdansk
Centro histórico de Gdansk
Centro histórico de Gdansk
Centro histórico de Gdansk
Swietopelk II, Duque de Pomerania (Gdansk)
Reloj astronómico del Ayuntamiento de Gdansk
Que estamos ante una ciudad principalmente turística no nos cabía duda desde que nos enteramos que en la ciudad había un Hard Rock Café, aunque soy bastante fan de estos establecimientos decidimos continuar caminando por el precioso casco histórico de Gdansk.
Hard Rock Café en Gdansk
Llegamos a uno de los puntos más fotografiados de la ciudad de Gdansk, su ayuntamiento y la fuente con Neptuno que se encuentra a sus pies. Esta fuente construída en el año 1633 indica la estrecha relación de la ciudad con el mar.
Existe una leyenda en la ciudad de Gdansk que dice que Neptuno participó en la invención del Goldwasser (licor típico de Gdansk). Cuenta la leyenda que enfadado por ver a la gente echar monedas a la fuente, golpeó con su tridente el agua convirtiendo dichas monedas en pequeños trocitos dorados que adornan este típico licor.
Detalle de estatua de Neptuno y ayuntamiento de Gdansk
Fontanna Neptuna en Gdansk
Fontanna Neptuna en Gdansk
El centro de la ciudad de Gdansk está dividido por un entrante de agua donde se pueden contemplar varios barcos allí estacionados (algunos dedicados a cruceros turísticos) y además podemos encontrar un bello muelle deportivo donde los habitantes de Gdansk estacionan sus embarcaciones particulares.
Barco turístico con aspecto de goleta en Gdansk
Barco en Gdansk
Otra vista del barco en Gdansk
Otro de los atractivos de esta ciudad es su grúa medieval, la más grande de todo el Báltico y que, pesando 11 toneladas, es capaz de elevarse unos 11 metros de altura. Utilizada principalmente para embarcar mercancías y durante la reparación y construcción de grandes barcos, se empezó a construir en el año 1367 aunque la versión actual de la misma fue contruída entre los años 1441 y 1444. Hoy en día se trata de un atractivo turístico de la ciudad.
Gran grúa de Gdansk
Desconozco si la gran noria que tanto nos llamó la atención seguirá allí o si habría sido colocada para las festividades de Santo Domingo pero lo que estaba claro es que había que disfrutarla, ya no tanto de la noria como de sus vistas.
Gran noria de Gdansk
Gran noria de Gdansk durante la noche
Vista desde la gran noria de Gdansk
En definitiva, Gdansk es una pequeña ciudad con mucho encanto que merece mucho la pena visitar, por su gente, su arquitectura, su gastrononía y por su ámbar (el 80% del ámbar del que tenemos constancia está en la zona del Báltico).
¿Os animáis a visitarla? Espero vuestros comentarios para conocer vuestras impresiones acerca de estos posts. Como siempre, cualquier duda aquí me tenéis.
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