TRG23

Escrito por Alex Pérez el de 30 Octubre de 2023

Este año como ya he comentado en un post anterior no estoy en mi mejor momento, pero para mí hay una fecha en el año que es ineludible salvo causa de fuerza mayor. Y en este caso, incluso contaba con el respaldo de los que me están ayudando en estos momentos.

Esa fecha no es otra sino la TRGCON anteriormente conocida como TarugoConf (le pasó como a Prince, que cambió de nombre). A continuación explicaré qué es, ya que en este foro es la primera vez que escribo sobre ella (es algo como muy mío), primero dando contexto de por qué empecé a asistir y a continuación por qué he seguido asistiendo año tras año, de forma que el que no haya asistido nunca, pueda tener una idea general de qué se trata.

Todo tiene un origen, y la TRG también

Llevo leyendo a David Bonilla, ya ni me acuerdo desde cuándo. Todavía trabajaba en Sixservix creando un ERP desde cero y contaba las aventuras y desventuras de su día a día de una forma amena a través de un blog. Posteriormente, en 2011, dejaría Sixservix y crearía Bonillaware, su propia empresa, dejando de trabajar para otros y empezando a trabajar para sí mismo. Ya hace 12 años de eso, y he ido siguiendo sus pasos a través de internet desde aquella tanto por redes sociales, como en persona durante las diferentes conferencias.

En 2015, David publicaba este artículo en el cual explicaba que para celebrar que ya éramos 5000 suscriptores en la Bonilista (su newsletter dominicial) se ponía como objetivo del año siguiente (2016) la celebración de un evento, así nacía la Tarugoconf.

Era un evento mucho más pequeño que el actual, y se celebraba en Google Campus y obtener una entrada era tan fácil como que te tocase la lotería y la bonoloto el mismo día 😂. Y obviamente, no la conseguí, no recuerdo muy bien el motivo pero se ve que no pude estar a tiempo delante de la pantalla. Pero…un gallego nunca se da por vencido y en 2017 la conseguí. Esa sería mi primera Tarugoconf. Ahí empezó todo.

Pero…¿por qué empezaste a ir hace tantos años?

Soy una persona tímida, me cuesta dar el primer paso y conocer gente nueva. Aunque la gente que me conoce no se lo cree porque hablo por los codos. Pero ahí está el matiz, esto es como el coche de Carlos Sainz y Luis Moya, que le cuesta arrancar.

He acudido a eventos muy diversos a lo largo de mi vida, pero siempre pensé que si vas en grupo, te cuesta más conocer gente nueva, o al menos lo pensaba en aquel momento, ahora soy consciente de que depende del interés del grupo por abrirse. El otro día publicaba un tweet pidiendo por favor a los grupos durante los ratos de Networking que no cerrasen el corro, y alguien le llamó, grupo tipo Pacman, me gustó 😉

Así que, casi en secreto (para poder ir en solitario), conseguí una entrada y me planté en Madrid, con una camiseta con mi Twitter en la espalda (que seguro que nadie conocía) y una frase cómica en la parte frontal, por aquello de que me ayudase a romper el hielo.

Recuerdo que una de las primeras personas que desvirtualicé fue David Pardo, persona a la que admiro tanto profesional como personalmente desde hace muchos años. Me lo encontré en la cola de entrada de Google Campus y tras saludarle en plan fan, me sonrió y me saludó como si nos conociésemos de toda la vida. Lo recuerdo como si fuese hoy. Son esas cosas que se te quedan guardadas en la memoria.

Y lo que me encontré después no decepcionó, charlas geniales, gente excepcional y personas que estaba totalmente abiertas a conocer a gente nueva, podías acercarte a hablar sin problema con cualquier persona del evento, ya fuese el CTO de una empresa o el junior más junior de su empresa. Las risas y el buen rollo eran la dinámica y desde la organización se intentaba fomentar ese networking (y se conseguía).

Desde ese día, ese mágico día comiendo empanadas de Milán Dopico y pulpo al lado del edificio de Google Campus, me prometí que siempre intentaría apoyar el evento de la mejor forma que pudiese, acudiendo como asistente y dándole toda la difusión posible tanto en redes como hablando de él a las personas del mundo tech que conociese en mi día a día.

Siempre que me preguntan, defino la Tarugoconf (ahora TRG) como:

El evento tech al que puedes ir en solitario, con tus camaradas del metal o con tu primo el fontanero, que te lo pasarás genial. El evento en que vas a encontrarte la comunidad más abierta y awesómica del universo. Como una gran familia, pero sin las discusiones de política en nochebuena 😀

Crónica de la TRG23 desde el punto de vista de un Tarugo veterano

Este año ha sido, si no me fallan las cuentas, mi octava edición. Cada una ha sido diferente, con diferentes contenidos e incluso diferentes localizaciones, pero lo único común es que jamás me he arrepentido de ir. La TRG siempre te da mucho más de lo que te pide a cambio.

El otro día publicaba en Twitter (ahora X) pero yo le sigo llamando Twitter porque soy así un hilo resumen, en caliente, del día grande del evento, el viernes. Pero ahora con más calma, ya en casa después de vuelos y toda la parafernalia he decidido explicarlo con un poco más de detalle.

Jornada del jueves

Día de llegada en mi caso, de vuelo. Pero esta vez tuve la grandísima suerte de ir sentado en la misma fila que Miki de Heavy Mental y Carla, a los que asalté sin miramientos (ves, Alex del pasado, ir a eventos así es buena idea, te ayuda a abrirte) y nos pasamos todo el vuelo charlando (si me leéis, un placer conoceros en persona, espero veros de nuevo pronto).

La cosa empezaba bien y tras superar los problemas con el hotel (sistema informático totalmente caído y sin fecha de recuperación) conseguí una habitación y pude descansar un rato antes de irme al evento para hacer un poco de networking y ver el crossover definitivo, es decir, la unión de Mixx.io y Heavy Mental en un único lugar, dos podcasts muy populares que dió para muchas risas y preguntas muy interesantes.

Uno de los temas estrellas del año, como no podía ser de otro modo fue la irrupcición de las IA como ChatGPT u otros tipos de IA generativas.

Me quedó en el tintero poder preguntar qué opinaban de los “rumores” (o no tan rumores) de que OpenIA (los creadores de ChatGPT) usaron contenidos con copyright y sin permiso para entrenar la IA, ya que me parece un tema bastante fundamental. No todo vale para ser el mejor, ¿no?.

La tarde del jueves la pasé con mi habitual anfitrión madrileño, Ángel al que desde estas líneas le mando un fuerte abrazo, ya que desde que nos conocimos comiendo en una Tarugoconf hemos mantenido el contacto siempre, y es mi amigo de Madrid.

Jornada del viernes

Empezaba lo fuerte, tengo que reconocer que soy un fan acérrimo de Top Gun, lo que no me esperaba es ver salir a David vestido de piloto simulando una escena de la reciente película Top Gun: Maverick, os podéis imaginar cómo estaba yo, aplaudiendo con las orejas.

Sobre las charlas, en mi opinión, el nivel de las mismas ha sido altísimo y a la vez accesible a cualquier persona, independientemente de que fuese un perfil técnico o no (ahí reside la magia de este evento), el hilo de las mismas ha sido perfecto, empezando por la sorpresa de que había una charla de Chema Alonso para abrir boca, siendo esta la primera vez que he podido ver a Chema Alonso (al que también sigo desde hace muchísimo) en directo, su charla, de 10.

Pasamos luego a Sandra Hernández, que nos contó cómo se hacía testing en la Nasa cuando tu software se ejecuta a 600 millones de km. Ya os puedo adelantar que no se dejan muchas cosas al azar. Ojo, que Sandra consiguió entrar en la Nasa con 22 años. Una auténtica referente y mi máxima admiración hacia ella.

De software cuya ejecución tardas horas en ver resultados por la lejanía, pasamos al Fast Data con Sergio Rodríguez, que nos explica la importancia de cada milisegundo en el mundo de la F1 y de cómo, tener los datos lo antes posible, puede ser totalmente diferenciador.

Justo antes de la pausa de la comida vino Isa Gárate para darnos que pensar sobre todo a la parte técnica sobre cual es la mejor forma de lanzar un producto o nueva funcionalidad usando diferentes técnicas de Product Management, una de mis favoritas sin duda.

Después de la comida (hora complicada), Débora Franco nos contó la historia de cómo llevan años trabajando en digitalizar el campo, en este caso, la producción de viñedos ayudando a las bodegas a automatizar procesos y evitar enfermedades. Muy buena charla, lo único que eché de menos es un poco de detalle acerca del hardware que usan, tratándose en este momento de hardware comercial después de darse cuenta de que fabricar tu propio hardware no es buena idea salvo que te dediques a ello profesionalmente.

Luego Antonio Alcaide nos abrió el apetito contándonos cómo se puede revolucionar una fábrica de polvorones tradicional mediante I+D+I y convertirla en un negocio totalmente diferente sin perder la esencia de la tradición. Gran charla, aunque no llegué a probar los polvorones de hornada reciente, una lástima.

Justo antes de cerrar el evento, Pablo Santos nos compartió una de esas historias que no salen en los medios y de las que nadie habla porque no es cool, qué pasa cuando tu empresa es comprada por otra, y las cosas no van cómo esperabas. Una de las mejores (sino la mejor) charla del evento, Pablo es una persona cercana y que ha contado con mucha sinceridad su experiencia, para otorgar ese pequeño baño de realidad que hace falta en el mundo tech, en el cual parece que todo son arcoiris y unicornios de colores. A veces, las cosas salen mal.

Llegó la hora de cerrar el evento de la mano de David Bonilla dando la usual charla sobre las cuentas del evento, porcentaje del presupuesto que viene de entradas, de los patrocinadores y el resultado final, que afortunadamente (no me perdonaría que fuese de otro modo) ha sido positivo.

Y por cierto, tendremos #TRG24, así que apuntad un hueco en Octubre de 2024.

Jornada del Sábado o Community Day

Esta jornada es muy especial, ya que los asistentes con entrada pueden ir acompañados de familia y/o amigos a pasar un día divirtiéndose juntos con un montón de actividades preparadas para grandes y pequeños, desde un podcast en directo tan interesante como Code on the Rocks, un Open Space (llamado TarugoOff) o diversos talleres, juegos de mesa, un escalextric gigante etc. Un día genial para conversar tranquilamente o simplemente para hacer algo diferente con la familia.

Code on The Rocks en directo

El primer año que asistí a la conferencia, no me quedé a la jornada del Sábado y me dió una pena enorme y desde aquella, siempre acudo a la jornada del Sábado. Así que desde aquí mi consejo es que no os perdáis la jornada del Sábado.

Conclusiones

Montar un evento como la TRGCON lleva una cantidad de tiempo y esfuerzo enorme para la organización y voluntarios, recordemos que lo hacen en su tiempo libre y no hay dedicación profesional a la organización, es decir, que lo hacen porque quieren. Todos tienen su vida y su trabajo y no tienen necesidad de meterse en semenejante embolao.

Que sigan queriendo hacerlo año tras año, demuestra o bien que se han vuelto adictos al estrés (es broma) o que han decidido, por el motivo que sea, darlo todo por una comunidad como la que no he conocido otra. Lo decía anteriormente, he ido a muchos eventos (en varios continentes) y nunca he visto una comunidad como esta, en este evento se respira felicidad y buen rollo.

Da igual que sean veteranos o no, es la comunidad más awesómica del mundo. Es muy difícil cuantificar lo que me ha aportado esta comunidad tanto a nivel personal como profesional a lo largo de los años, pero ha sido muchísimo.

Desde aquí, dar las GRACIAS a todos los que habéis dedicado un rato a charlar conmigo, que me habéis acogido siempre con los brazos abiertos y es que de la TRG, no te traes conocidos, te traes amigos.

Por nombrar algunos: Ángel, Javier, Iván, Adrián, Pablo, Cris, Iago, Patricia, Iru, Juan Carlos, David P., David B., Carrero, Alex aka Pinchito, Pedro J., Jero, Yeray, J. Miguel, Rei, Brais, Javi Santana, Borja (gracias por dedicarme un rato mientras rellanabas ese excel infernal) y Laura (cuando seas una cantante famosa espero poder seguir saludándote) y seguro que me quedan muchísimos más, ya que no paré de hablar en todo el sábado hasta el punto de quedarme casi sin voz durante la fiesta.

One more thing…

Siempre quise hacer esto del “One more thing” que usaba normalmente el gran y desgraciadamente fallecido Steve Jobs. No podía cerrar esta crónica sin dar las gracias a los voluntarios, ya que parafraseando a David, sin ellos la TRG no sería posible.

Voluntarios TRG23

Me fuí del evento con la sensación de haber pasado varios días con las emociones a flor de piel, el evento de este año en cuanto a contenido, organización y producción es difícil de superar, pero no sé cómo lo hacen, año tras año mejoran lo inmejorable.

Si hay que buscar un pero, diría que para mí el único punto mejorable ha sido el catering (yo eché mucho de menos a O Santiso 🥲), pero nada es absolutamente perfecto aunque en este caso se le acerque mucho.

GRACIAS David, GRACIAS Candela y GRACIAS a todos (voluntarios, patrocinadores, mecenas) que habéis hecho posible el evento.

Nos vemos en la #TRG24.

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